Tan cerquita de Semana Santa, no podía faltar una de las recetas más tradicionales de la repostería española… LAS TORRIJAS!
Ayer, en colaboración de mi adorable madre, me puse manos a la obra. No podíamos dejar pasar la ocasión de hacer unas deliciosas torrijas y mucho menos de compartir la receta con vosotros, que luego pasa lo que pasa, por unas cosas o por otras al final se me acumulan las recetas y luego se pasan las fechas clave para publicarlas… pero paciencia, que todas acabaran saliendo a la luz! 🙂
Esta receta llega desde un pequeño pueblo de León, Villafer, pasando de generación en generación… así que vamos a ello!
Ingredientes:
Pan para torrijas (o pan duro, que es como realmente se hacían)
750 ml. leche semidesnatada
1 ramita de canela
6 cucharadas de azúcar
3 huevos
Aceite (para freir las torrijas)
Canela en polvo
Azúcar blanca
Elaboración:
1. Ponemos a calentar la leche con las seis cucharadas de azúcar y la ramita de canela hasta que empiece a hervir, después de que haya hervido, bajamos la temperatura del fuego al mínimo (hasta que acabéis de hacer todas las torrijas, de esta manera la leche no crea nata por encima).
Una vez que la leche ya ha hervido, podéis ver el cambio de color.
2. En un plato, batimos los tres huevos y reservamos.
3. Mientras la leche empieza a hervir, vamos cortando el pan.
Este pan yo lo compré en la panadería que mi familia y yo llevamos comprando toda la vida, hacen un pan estupendo y sobre todo siempre lo compras recién hecho, así da gusto. Pero en cualquier supermercado lo encontraréis y sino, ya os digo que con el pan de el día anterior también os quedarán estupendas.
4. Empezamos cogiendo las rebanadas de pan (de una en una), las empapamos en leche con ayuda de una espumadera y de ahí las pasamos al huevo (que queden impregnadas de huevo por ambos lados), y de ahí a la sartén, que frían a temperatura media alta, lo justito para que no salpique demasiado el aceite y nos abrasemos en el intento ^^.
5. Cuando veamos que empiezan a dorarse por un lado, las damos la vuelta con ayuda de una espumadera y un tenedor con mucho cuidado.
6. Por último, las sacamos de la sartén a un plato y las rociamos una mezcla de azúcar y canela.
Yo eché 5 cucharadas de las de 15 ml. de azúcar blanca y 1 cucharada de las de 5 ml. de canela en polvo, pero tengo que decir que me pasé veinte pueblos y medio jeje os aconsejo que echéis una cucharada de azúcar y una pizca de canela (al gusto) y si se os acaba hagáis más, de este modo no os sobrará.
Et voilà!
¡¡ Nos vemos en la próxima receta !!
¡Qué buena idea tu índice!
No había visto esta receta y se ve buenísimaaaa… 😛
Me alegra que te haya gustado el índice, creo que ya iba tocando… Llevaba tiempo pensando en hacerlo y por fin me he decidido!
Cuando vaya teniendo algún hueco lo iré organizando alfabéticamente, para que buscar las recetas sea aún más fácil!
Y respecto a este delicioso postre, es típico de aquí! Espero que pruebes a hacerlo un día y me cuentes tu opinión!
Un besin!!
Oh! Sí! Debo prepararlas 🙂
Respecto del índice, me gustó la idea, entiendo que tal vez dé un poco de pereza pero ahora que ya te animaste será más fácil ir organizando tus recetas y para nosotros será más fácil encontrarlas.
Besazo
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