¡¡¡¡¡¡Hola a todooooos!!!!!
Lunes otra vez! «Ofuf» -_- es increíble como se pasan los fines de semana, ¿nunca os habéis planteado que debería ser la semana al revés? Me explico, de lunes a viernes, libre! y trabajar-estudiar-y-tareas-varias, sábado y domingo!
En fin! soñar es gratis! jeje
Mientras vamos con la receta que os traigo hoy… la evolución de los Military cupcakes.
Como os comenté, unos amigos y yo organizamos una fiesta sorpresa al susodicho sujeto para despedirle… y menuda sorpresa… se llevó un susto tremendo al vernos a todos gritar como si no hubiera mañana «¡¡Sorpresaaaaaa!!! jajaja todavía recuerdo esa cara de susto/sorpresa/incredulidad!
Una vez recuperado del susto, jeje, le pedimos amablemente que se fuera de su propia casa para así poderle preparar el «guateque»!!
Pusimos un mantel con estampado militar, servilletas verdes, unos platitos negros (ya que fue imposible encontrar unos platos en verde militar…), con sus vasos a juego (DIY), sus banderines militares (DIY), unos flecos verdes para decorar por aquí y por allá, globos negros y verdes…
Los banderines, los hice yo misma de forma muy arcaica, con un estampado militar que encontré por internet.
Como podéis ver, un diseño sencillisimo! Pero con un claro mensaje…
Y así quedó la mesa, con todos dispuestos a comer! jejeje
Y claro… después de la comilona… llegó la tarta!!
La tarta tenía que ser tremendamente sencilla, ya que iba a tener que prepararla prácticamente en el momento… Así que, lo que se me ocurrió fue, hacer un bizcocho militar, es decir, con tres colores diferentes (marrón, verde y tierra) y bañarlo de chocolate derretido, simulando el barro con galleta triturada por encima simulando arena, como si de un combate cuerpo a cuerpo se tratara… Pero claro, que me faltaba para que existiera un combate? Exacto! los militares! Y de dos colores! para diferenciar a que bando pertenecía cada uno! jejejeje
La receta que utilicé fue la de la tarta de Red Velvet del libro de Alma Obregón, pero duplicando todas las cantidades… es decir:
Ingredientes:
500 ml de leche semidesnatada
4 cucharaditas de zumo de limón
240 ml de aceite de oliva suave
640 gr de azúcar
4 huevos
4 cucharadas rasas de cacao en polvo sin azúcares añadidos
600 gr de harina
6 cucharaditas de pasta de vainilla
2 cucharaditas de bicarbonato
4 cucharaditas de vinagre blanco
Elaboración:
Para el bizcocho
1. Medimos todos los ingredientes y los ponemos en cuencos/platos, tamizando la harina y el cacao. Después engrasamos y enharinamos los dos moldes.
2. Precalentamos el horno a 180ºC.
3. Ponemos la leche con el zumo del limón y lo dejamos 10 minutos como mínimo antes de utilizar.
4. En un bol amplio batimos el azúcar con el aceite hasta que queden bien integrados.
5. Sin dejar de batir, añadimos los huevos, uno a uno.
6. Añadimos la pasta de vainilla.
7. Añadimos la mitad de la mezcla de harina y cacao.
8. Añadimos la mitad de la mezcla de leche y zumo de limón. Veréis que la mezcla contiene grumos, como si estuviera cortada… pero es normal, pasadla por un colador.
9. Añadimos el resto de la mezcla de harina y cacao.
10. Añadimos el resto de mezcla de leche y zumo de limón pasada por el colador.
11. En un vaso, mezclamos el vinagre con el bicarbonato, una vez que se disuelva lo vertemos en la masa y mezclamos.
12. A continuación, dividimos la masa en tres partes.
Una de ellas la dejamos tal cual,
a la otra le añadimos colorante verde,
y a la última que nos queda vamos añadiendo chocolate en polvo hasta conseguir el tono marrón deseado.
13. Y ya sólo nos queda verter las masas en los dos moldes…
Mezclamos los colores…
14. Horneamos a 180ºC, durante 45- 60 minutos aproximadamente, esto dependerá siempre de la cantidad de masa que pongáis en cada molde, si lo dividierais entre tres el tiempo de horneado tendríais que reducirlo. Ya sabéis que cada horno es un mundo, pero se recomienda que jamás se abra el horno antes de 18 minutos de horneado. Pasado ese tiempo, la manera de saber si están perfectamente horneados es pinchándolos con un palillo en el centro. Si el palillo sale limpio, podéis sacarlos de horno.
15. Sacamos del horno y ponemos los moldes en una rejilla para que se enfríen perfectamente.
Para la decoración
1. Derretimos chocolate con un chorrito de nata (en mi caso, me pasé con creces con el «chorrito de nata» y me quedó muuuyyy líquido, tanto que una vez que lo vertí en el bizcocho, este lo absorbió en su totalidad…).
2. Colocamos los soldaditos (de plástico y previamente lavados, quien sabe quien los tocó al fabricarlos…)
3. Y por último trituramos galletas tipo María (o las que más os gusten) y las espolvoreamos por encima.
El resultado fue un bizcocho increíblemente tierno, en parte por el propio bizcocho en parte por el «error» de verter ese «chorrito de nata» más largo de lo que debiera…
Espero que os haya gustado tanto como le gustó al protagonista de la fiesta y resto de comensales!
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¡¡ Nos vemos en la próxima receta !!
n a t i n a t i l l a s 